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Conductor cansado

La fatiga es un riesgo silencioso al volante

Es un factor que se pasa por alto, pero altamente peligroso en la seguridad vial. Premios Vía destaca la importancia del descanso adecuado para los conductores.

La falta de descanso adecuado afecta directamente la capacidad de reacción y aumenta el riesgo de siniestros viales, especialmente en jornadas nocturnas o prolongadas.

El conductor debe ser consciente de sus hábitos de descanso y cómo estos pueden afectar su concentración y estado de alerta al conducir.

Los patrones biológicos alterados pueden provocar diversas patologías relacionadas con el sueño retrasado, entre ellas, lapsos cortos de sueño durante la conducción, lo que incrementa significativamente el riesgo de accidentes.

El sueño humano se organiza cíclicamente en dos tipos principales: no REM y REM. El sueño no REM, que abarca aproximadamente el 75% del ciclo, se divide en cuatro fases que van desde la transición ligera hasta el sueño profundo, donde el cuerpo experimenta su máximo descanso.

Por otro lado, el sueño REM, que ocupa entre el 20% y 25% del ciclo, es la fase donde se producen los sueños y se activan funciones corporales como la frecuencia cardiaca y la respiración.

Las técnicas neurofisiológicas como el electroencefalograma (EEG), el electrooculograma (EOG) y el electromiograma (EMG) han permitido identificar que estos ciclos se alternan entre 70 y 120 minutos a lo largo de la noche, siendo cruciales para la recuperación física y mental del individuo.

No se arriesgue

El área de Seguridad Vial de Cesvi Colombia brinda recomendaciones sobre la administración del recurso humano en labores nocturnas o jornadas extensas de conducción, con el objetivo de reducir el riesgo de siniestros viales.

Estas sugerencias incluyen la programación adecuada de horarios, el seguimiento de la salud de los conductores y la implementación de medidas preventivas que garanticen la seguridad y bienestar de quienes desempeñan estas labores.

Para prevenir la fatiga al volante

  • Programación adecuada: la conducción nocturna debe asignarse solo a conductores con estado de alerta óptimo, teniendo en cuenta los ciclos circadianos vigilia-sueño.
  • Seguimiento a la salud del conductor: implementar programas de vigilancia epidemiológica para identificar alteraciones del sueño y prevenir enfermedades derivadas del trabajo nocturno.
  • Ambientes adecuados: garantizar que los conductores dispongan de condiciones óptimas para el descanso entre jornadas.
  • Reducción de la jornada nocturna: limitar las horas de conducción nocturna a un 33% menos que la jornada diurna para preservar la salud física y mental del trabajador.

La fatiga al volante es un enemigo silencioso, pero prevenible. Adoptar medidas para garantizar el descanso adecuado y la vigilancia constante de la salud de los conductores es clave para reducir la accidentalidad vial y proteger la vida en las vías.