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La seguridad del peatón comienza por sí mismo

Cuando un peatón cruza la vía debe aplicar todas las precauciones, pero es responsabilidad de los conductores cederles el paso.

Un peatón no es solo la persona que camina por la vía pública, sino que también incluye a aquellos que empujan o arrastran coches de niños, personas con movilidad reducida y cualquiera que utilice otro tipo de vehículo sin motor, como ciclistas o aquellos que se desplazan en sillas de ruedas.

Las vías están compuestas por elementos igualmente importantes, como la calzada, destinada al tráfico de vehículos, y la acera, reservada exclusivamente para el uso de los peatones o en su defecto, compartida con ciclistas cuando el bicicarril está integrado en ella.

Si es necesario, pueden caminar por el borde de la calzada en sentido contrario al tráfico de vehículos para garantizar una mejor visibilidad tanto para ellos como para los conductores.

Una de las acciones más peligrosas que puede realizar un peatón es cruzar la calle. Aquí describimos el procedimiento más seguro.

Cruce adecuado de la vía

Siempre debemos elegir la ruta más directa para cruzar la vía, haciéndolo en línea recta y perpendicular a la misma, con paso rápido, pero evitando correr o detenerse en la calzada.

Es crucial identificar los pasos de peatones marcados en la vía, las cebras, que suelen estar señalizadas con líneas blancas paralelas de aproximadamente 20 cm de ancho y suelen estar acompañadas de señales verticales como semáforos peatonales o señales específicas para el cruce de peatones y escolares.

Antes de cruzar una vía debemos mirar primero hacia el lado más cercano donde vengan los automotores y luego hacia el otro.

Una vez que comencemos a cruzar, debemos volver a mirar hacia el lado inicial. Este proceso se realiza con el propósito de validar la presencia de vehículos en la vía.

Cuando un peatón cruza la vía es responsabilidad de los conductores cederles el paso.

Fuente: Cesvi