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Pirelli_PZero

Mitos y verdades sobre los neumáticos

Todo lo que los usuarios deben saber sobre el mantenimiento de las llantas y  no se han atrevido a preguntar.

  1. Los neumáticos deben reemplazarse cada tres o cuatro años. La vida útil de una llanta no puede definirse por el tiempo de haber sido fabricada, sino que está determinada por las condiciones de uso como la carga, velocidad, presión de inflado, impactos y daños por riesgos en la carretera. Lo más recomendable es hacer chequeos regulares.
  2. Los nuevos siempre deben ir adelante. Las llantas nuevas deben ir atrás para lograr mayor adherencia, control y estabilidad del vehículo.
  3. Se deben revisar mensualmente. Llevar a cabo el chequeo periódico de las llantas, su estado ante golpes o rompimientos, así como la revisión del labrado, define el estado actual, la situación del caucho útil y proyecciones de cambio con mayor precisión.
  4. Las rotaciones frecuentes cada 10.000 km alargan la vida. La rotación se define de acuerdo con la tasa del desgaste y equilibrio de milímetros en cada surco del neumático.
  5. El neumático de repuesto debe tener presión menor y funciona como uno nuevo. Esta pieza debe tener una capacidad igual. Es importante no exceder la presión máxima indicada por el fabricante en la pared lateral de la llanta. Además, el repuesto es solo una solución temporal. Estas piezas son recomendadas únicamente en caso de emergencia para llegar a un lugar de mantenimiento. Si una llanta sufre un daño importante, es necesario reemplazarla a la mayor brevedad.
  6. Inflar los neumáticos al máximo dan un mayor rendimiento. Un neumático con mayor o menor presión que la recomendada por el fabricante se puede desgastar por secciones o regiones y acelerar la necesidad de reemplazo reduciendo las condiciones de seguridad y confort en la conducción.
  7. Hay que ajustar la presión de inflado según el piso térmico donde se transite. Las variaciones de clima han sido contempladas durante el proceso de fabricación y diseño, frente a lo cual aumentar la presión en ciertos climas se hace innecesario.
  8. Implementar soluciones en tecnología se convierte en un gasto adicional para la empresa. La tecnología permite a las compañías gestionar procesos y tomar decisiones acertadas e informadas sobre el mantenimiento de las llantas.
  9. Existen neumáticos buenos, regulares y malos. No hay neumáticos malos, esto se trata de un compromiso conjunto entre el fabricante y el uso que el conductor le dará a una llanta. Además, se debe observar la especificación del fabricante del vehículo para así elegir el neumático adecuado y asegurar viajes seguros y confortables.
  10. Inflar con nitrógeno mejora la seguridad del neumático. Si bien el nitrógeno es un gas más estable frente a los cambios de temperatura, los neumáticos están diseñados para funcionar bien con aire normal. Sin embargo, la humedad contenida en los sistemas de inflado de algunos centros de servicio contiene humedad, la cual ataca el material de los rines y sí hace que el aire sea susceptible a los cambios de temperatura.

Fuente: Pirelli