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EV

Una mirada al futuro del Seguro de Automóviles

El sector automotor experimenta importantes cambios que transformarán la forma en que nos movilizamos y los procesos de suscripción e indemnización del seguro de automóviles.

Tres tecnologías marcarán el futuro de la movilidad y de los seguros de automóviles a nivel global: 1) vehículos eléctricos, 2) conectividad y telemática, y 3) conducción autónoma. Ante estos cambios disruptivos, las aseguradoras deben prepararse y prever las consecuencias que se generarán en la industria del seguro de autos, en sus procesos de suscripción y de indemnización.

Estas tres tecnologías tendrán efectos profundos en la forma en que funcionan hoy en día los procesos de suscripción e indemnización del seguro de automóviles, lo que impone un desafío importante en la forma en que el sector se relaciona con sus asegurados.

Algunos de los principales retos que afrontará la industria aseguradora en cuanto a los vehículos eléctricos están relacionados con la oferta de nuevas coberturas, como protección

en caso de combustión de la batería por sobrecalentamiento o explosión mientras el carro está estático y cargándose, y asistencias, como la recarga del vehículo en carretera.

Por otra parte, el valor de las reclamaciones para este segmento se incrementará, por los elevados costos de las baterías y la escasa o limitada red de reparación que se tiene, sin contar con las cadenas inmaduras de repuestos, que limitarán la disponibilidad oportuna de piezas.

En Gran Bretaña se estima que la reparación de los VE es un 25% más costosa y sus tiempos de reparación son un 14% mayores, frente a los vehículos de combustión (El Motor, 2023); esto tendrá un efecto importante sobre el valor de la prima para este segmento.

Con base en la conectividad y la telemetría del vehículo, las aseguradoras podrán ofrecer productos personalizados que se adapten a las necesidades de cada cliente, a menores precios; tal es el caso de la póliza por recorrido y hábitos de conducción, en la que la

aseguradora podrá evaluar la forma en que se usa el automóvil, las rutas que se eligen, los horarios en los que se maneja, velocidad, etc.

Esto, además de servir para evaluar la forma de conducir, puede generar ventajas adicionales en cuanto a que se puede tener una mejor segmentación de los asegurados, lo que, a su vez, impone retos al sector en la fijación de precios más precisos para cada riesgo.

Finalmente, con la conectividad y la tecnología telemática, las aseguradoras podrán simplificar, agilizar y automatizar el proceso de reclamación, que hoy en día es fragmentado, complejo y en gran parte requiere de aportes significativos de clientes, aseguradoras y ajustadores, y a menudo se basa en datos incompletos de las partes involucradas, lo que puede redundar en reducción de los costos administrativos.

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Ene 15, 2024

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