

Vuelven los controles físicos al automóvil
Euro NCAP premiará los botones, en lugar de las pantallas táctiles, en sus evaluaciones de vehículos nuevos.
La organización de calificación de seguridad de vehículos para consumidores Euro NCAP anunció cambios en sus protocolos a partir del próximo año para exigir controles físicos para funciones clave.
Matthew Avery, director de desarrollo estratégico de Euro NCAP, dijo: “El uso excesivo de pantallas táctiles es un problema que afecta a toda la industria, ya que casi todos los fabricantes de vehículos están trasladando los controles clave a pantallas táctiles centrales, lo que obliga a los conductores a apartar la vista de la carretera y aumenta el riesgo de accidentes por distracción.
“Las nuevas pruebas de Euro NCAP previstas para 2026 animarán a los fabricantes a utilizar controles físicos separados para funciones básicas de forma intuitiva, lo que limitará el tiempo que pasamos sin mirar la carretera y, por tanto, promoverá una conducción más segura”.
Según el nuevo sistema de clasificación, que entrará en vigor a partir de enero de 2026, los fabricantes no podrán lograr las calificaciones de seguridad más altas si no proporcionan interruptores físicos adecuados para determinadas funciones, como las direccionales, las luces de emergencia, la bocina, el funcionamiento de los limpiaparabrisas y la activación de la función de llamada automática de emergencia (eCall SOS).
Las pantallas táctiles y los sistemas de información y entretenimiento que distraen dominan ahora casi todos los modelos de automóviles nuevos.
Pruebas realizadas en ese continente descubrieron que los conductores tardaban mucho más en realizar tareas básicas en las pantallas táctiles en comparación con los automóviles más antiguos con controles físicos.
Además, las interfaces de teléfonos móviles para pantallas táctiles de automóviles, conocidas como Apple CarPlay y Android Auto, reducen los tiempos de reacción tanto como conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas.
Investigaciones anteriores han demostrado que los sistemas de información y entretenimiento fabricados por las empresas automovilísticas distraen aún más.